
A los 18 años mi hijo Sander me contó que le gustaban los chicos. Al principio mi mundo se puso patas arriba. Me hizo falta tiempo para cambiar, dejar a un lado las máximas y axiomas y acostumbrarme a la nueva situación. Con el paso del tiempo y a mi ritmo, conocí más sobre la homosexualidad. Entonces, leí en algún texto, que aproximadamente 1 de cada 10 personas son homosexuales y quise saber dónde se encontraban, en mi amplia red social, otras madres con hijos homosexuales. Quizá no existieran (esta opción era imposible) o quizá no hablaran con tanta facilidad sobre el tema, como a mi me pasaba. Sentí curiosidad por conocer las historias de otras madres y así llegamos Sander y yo a la idea de hacer este documental.
Con esta película, queremos apoyar y dar confianza a hijos homosexuales que se preparan para “salir del armario” y animar a madres y padres a través de los relatos de otros. El entender que la homosexualidad no es una elección sino algo que viene dado, puede ayudar. ¡Porque una cosa es segura: por hablar sobre el tema, no haces homosexual a tú hijo!